haluros de plata

Tú o yo

Vaivén de los pliegues del tiempo,
te miro desde el rincón de quejas.
Te miro.
Inerte, estéril, sinsentido. ¿Tú o yo?

Del blanco radiante han huido los colores,
vacío negro nos acoge,
sosteniéndonos en la línea imaginaria que nos une.

¿nos une?

Mi mano se cierra contra sí misma,
en gesto de repliegue vital que encierra
en su sí, mi adiós.

Por miedo a la falsa evocación del desamparo
mis pestañas caen invocando al recuerdo,
no hay señal,
no hay puerta.
Se cierra la ventana.

Sinsentido, estéril, inerte.

Tú o yo.