Congelada en una imagen,
delimito el contorno de tu mirada.
Las yemas de mis dedos,
palpan,
buscan,
acarician
perfiles alejados.
Refulgencia disipada.
Haluros de plata,
no expuestos a la luz
se archivan en su olvido.
Reminiscencias lumínicas,
en tardes de invierno,
se decoloran en mí.